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lunes, 2 de junio de 2008

El Contacto Humano

Hará unos meses, una clienta americana vino a ver nuestra ganadería y a probar caballos. Era una chica que se notaba que sabía un montón de caballos. Al final, no compró pero me hizo notar algo que hasta ese momento consideraba normal.

Nos dijo que en demasiadas ocasiones se havia encontrado que, cuando iba a ver un caballo, este se iba al otro extremo de la cuadra con pocas ganas de ver a nadie. Por no hablar de los potros que viven en los campos con sus madres, que no se dejaban tocar ni a la de tres.

Comento que, en nuestro caso, nuestros animales respondían con naturalidad a la presencia humana i se acercaban a ellos.

Supongo que el hecho que estemos bastante encima de nuestros cavallos - y por lo tanto, que no se inquieten con nosotros - permite que yo pueda hacer fotos como estas. (Federal y Muntanya)

Resumiendo la cuestión con una frase divertida: “¡Queremos caballos, No Leones!”